miércoles, 24 de junio de 2015

Deudas y ahorro




Cuando las personas me dicen que no pueden ahorrar, yo les contesto que entonces no se pueden endeudar.

“Pues me endeudo porque no puedo ahorrar,” me contestan hasta desesperados porque parece que no entiendo sus problemas.
Pero es exactamente lo contrario: no ahorran, porque ¡se endeudan!
¿No me creen? Les cuento la historia de Julia.

La diferencia de gastar con dinero prestado y con dinero propio

Julia es una joven de 31 años que trabaja en una oficina y tiene dos periodos de vacaciones al año. Esta vez, quiere salir en Semana Santa a Playa del Carmen en Quintana Roo. Pero estamos en febrero y no ha ahorrado un solo peso para su viaje, pese a que decidió la fecha y el lugar desde octubre de 2014.

Julia está tranquila, porque en su tarjeta de crédito bancaria le acaban de subir el límite de crédito entonces, hará el viaje con ese dinero prestado y luego lo pagará.

Aplicando el “gaste y disfrute ahora, pague después, a ver cómo”.
Vamos a adivinar el futuro:

Julia se gastó 8,000€ en sus vacaciones. Las pagará en 12 meses (con intereses) porque sigue sin tener el total de los $8,000 para liquidar la deuda.
Su tarjeta de crédito tiene un 35% de interés anual.
Esto significa que Julia pagará 799.70 € al mes durante un año por su viaje.
Ahora, si sumamos 799.70 € X 12 meses, nos da 9,596.4 € ¿Están pensando lo mismo que yo? ¡Exacto! Julia pagó 1,596.  € 4 extras por NADA. Bueno, sí, por no haber ahorrado. Hasta parece castigo.

Ahora, adivinemos un futuro paralelo en donde Julia decide ahorrar para sus vacaciones porque no le gusta deber a las tarjetas.

Calcula que su viaje le costará unos 7,000. € Entonces, desde octubre que decidió a donde y cuando saldrá,  empezó a ahorrar y calculó que mensualmente debía juntar 1,166 €.
Para lograrlo, hizo lo siguiente: cortó el cafecito caro a solo 1 día a la semana, dejó de usar ropa de tintorería, no compró ropa en esos meses, llevó comida a la oficina 3 veces a la semana y vendió panqués en la escuela de su sobrino los sábados.

Julia alcanzó a reunir 6,000. € No lo suficiente según lo que había calculado, pero mucho más de la mitad de lo que le costará el viaje.
Al terminar la  Semana Santa y resultó que se gastó incluso un poco más: 8,000.€.

No importa, puso los 2,000 € extras en la tarjeta, pero como ya se acostumbró a ahorrar un promedio de 1,000 € al mes, en dos meses los liquidará y solo pagará de intereses aproximadamente 90.€.

El mismo esfuerzo

Lo que quiero que quede grabado por siempre en tu cabeza es que ahorrar y dar pagos a una tarjeta o préstamo implica EXACTAMENTE el mismo esfuerzo.

Cierto que Julia tuvo que ahorrar casi el doble (1,166 € ahorrados contra los 800 € en pagos a tarjeta), pero eso fue porque planeó el viaje con 6 meses de anticipación. Si hubiera sido 12 meses igual que los pagos de la tarjeta, el esfuerzo para llegar a la meta es exactamente el mismo: 800 € al mes.
Incluso menos porque con 800 € al mes, durante un año se obtienen ahorrados 1,600 € extra.

Si se supone que pedimos dinero prestado porque “no tenemos dinero” ¿cómo es que andamos regalando 1,600 € al que nos presta?

Hazlo al revés y nunca te faltará

¿Quieres saber qué se siente no estar endeudado? ¿Cómo es la vida sin eternos pagos mensuales a quien sabe quién con intereses?
Prueba hacerlo al revés: ahorra ahora y disfruta después.
Lo único que necesitas para ahorrar ahora y disfrutar después son 3 cosas:
  • Planeación. Acostúmbrate a planear tus compras y gastos fuertes. Puedes ser espontáneo con cosas más pequeñas.
  • Un buen lugar donde guardar tu dinero
  • Un sistema de automatización que haga el ahorro mensual fácil, indoloro y constante.
Y claro, el convencimiento que la mejor manera de adquirir cosas es ahorrando primero y comprando después. Aquí están los números y ellos nunca mienten.
¿Qué más falta para que te convenzas?

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