martes, 4 de agosto de 2015

La bolsa o la vida

Este libro: “La bolsa o la vida , de Joe Dominguez y Vicki Robin es mi caso el origen de mi entusiasmo por los libros de finanzas personales.
 
                          
 
La bolsa o la vida es un libro  original comparado con otros libros de finanzas personales. El libro se centra en que cada persona debe encontrar los valores centrales de su vida y posteriormente alinear la vida y el dinero para perseguir esos valores.
         
El propósito real del libro es replantear tu relación con el dinero, no tu gestión con el dinero. 
  Es un libro extenso, con mucha información y muchos ejemplos e ideas que te harán pensar a lo largo del libro, pero que ofrece un método para poder alcanzar la libertad financiera mediante 7 pasos:
 
PASO1
Este primer paso propone un ejercicio de investigación para averiguar cuánto dinero has ganado a lo largo de tu vida. La idea es sumar todas tus ingresos desde el inicio de tu vida laboral. Da bastante detalle de cómo conseguirlo. El resultado nos va a dar idea de cuánto hemos sido capaz de ingresar . Además debemos también descubrir cuánto dinero poseemos en la actualidad. De esta manera hacemos las paces con el pasado e iniciamos nuestro proceso de cambio desde cero, dándonos cuenta de que realmente no lo hemos hecho tan bien como pensábamos.

PASO 2
En el primer paso ya habrás observado que prácticamente casi el total de los que has ganado a lo largo de los años, lo has malgastado, en este segundo paso se va a centrar en descubrir en cuánto ganas por cada una de las horas de trabajo. Los autores comentan que trabajamos por dinero, y lo que damos a cambio es “energía vital”. Divide lo que ganas por las horas que trabajas, añadiendo a ellas el tiempo que tardas en el transporte, más el tiempo que permaneces en el trabajo. Además al dinero que ganas, descuéntale el dinero que gastas en la gasolina para llegar a él, el dinero que gastas para ir al trabajo como en ropa, cosméticos, gastos de comida adicional por ir a la oficina, así como el dinero que gastas para relajarte por el estrés. Después de sumar y restar estas cifras obtendrás lo que realmente ganas a la hora.
Además de esto, debe conocer su comportamiento con respecto al dinero mediante un control riguroso de cada peseta que entra y sale de su vida. Invente un sistema de registro que le resulte práctico (por ejemplo, una agenda de bolsillo). Apunte meticulosamente todos los gastos diarios. Apunte también todos sus ingresos.

PASO 3
Al cabo e un mes de controlar el dinero (segundo paso), dispone de amplia información específica sobre el flujo monetario en su vida, hasta la última peseta. En este paso tiene que establecer unas categorías y subcategorías  de gastos que reflejen las características propias de su vida (en lugar de la simplificación que suponen las categorías impuestas, como comida, vivienda, ropa, transportes y salud). Deberá ir anotando los gastos mensuales por cada una de las subcategorías.
Sume el total de ingresos y el total de gastos al mes. Calcule el total del efectivo en caja y el saldo de todas las cuentas bancarias. Aplique la fórmula (el total de ingresos mensuales menos el total de gastos mensuales, más o menos el error del mes) para comprobar su grado de precisión. A fin de mes ha de tener el dinero que tenía al principio más los ingresos mensuales menos los gastos mensuales.
Convierta la cantidad de dinero que ha gastado en cada subcategoría en horas de energía vital, utilizando el método para calcular el salario real por horas que ha obtenido en el segundo paso.
 
PASO 4
El cuarto paso es realmente una evaluación de los gastos de tu vida a través de este nuevo filtro: el coste real por hora de tu vida tal y como lo has definido en el paso 2 del proceso ( tu sueldo por hora, con las horas extras gastadas y los gastos extras quitadas). Para cada gasto en tu vida, pregúntate a ti mismo: ¿Recibo satisfacción y valor comparado con la energía que gasto en esto? ¿Está este uso de mi energía vital en linéa con mis valores y objetivos? ¿Cómo podría cambiar los gastos si yo no tuviera que trabajar? El resultado sorprendente  es que la mayoría de los gastos de tiempo y dinero en tu vida son facilitadores para seguir haciendo dinero. Ellos no reflejan realmente lo que es importante para ti.

PASO 5
El paso 5 es la creación de una gráfica que compare los ingresos y tus gastos a través del tiempo. Puedes hacer esto con un papel o con Excel. , pero cada mes, todo lo que tienes que hacer es grabar todos los ingresos que tienes y todo el dinero que gastas. Una vez que hagas esto, tu objetivo debería ser hacer que estas linéas estén lo más separadas posible a largo palazo. ¿Cómo hago esto? Lo puede hacer a mano, en una hoja de papel, pero una vez que descubra Excel, verá que merece la pena crear el documento en electrónico para poder sacar las gráficas fácilmente.
Esta gráfica se convierte en la imagen de su avance hacia la plena independencia financiera y le servirá durante el resto del programa. Le sirve de inspiración, estímulo, apoyo y como suave reprimenda.
 
PASO 6
Este sexto paso se enfoca en minimizar los gastos y maximizar el valor de tu tiempo. Básicamente, esto significa vivir de una manera frugal. Esta parte del libro es bastante larga, es una gran lista de sugerencias para vivir de una manera frugal, muchas de las cuales son bastante sencillas de añadir a tu vida. Este capítulo es quizás el más similar a otros libros de finanzas, particularmente a aquellos que se enfocan en reducir el débito y vivir frugalmente. En el mismo se considera cada gasto comparándolo con la energía vital que nos supone y de esta forma seremos conscientes de lo que gasta. Aprenda a preferir la calidad de vida antes que el nivel de vida. Sea frugal, es fantástico. Es el paso dónde debe definir y descubrir sus verdaderas necesidades. Es el paso dónde debe dominar  las técnicas de gastar con sabiduría. Valor comparativo, calidad y durabilidad.

PASO 7
El paso 7 se centra en que aumente sus ingresos valorando  la energía vital que invierte en el trabajo y cambiándola por todo lo que pueda ganar sin perjudicar ni su salud ni su integridad

Para ello te instruye básicamente en reevaluar críticamente tu trabajo y dice que si tu trabajo no coincide con tus valores, que lo dejes. El capítulo completo da un buen argumento para hacer esto basándose en la salida de los primeros 6 capítulos. Pero es el paso que más asusta para la mayoría. El libro te anima a usar tu trabajo actual como un entrenamiento mientras te preparas para dar el salto, pero tu objetivo debería ser gastar tu tiempo de una manera que personalmente y profesionalmente te satisfaga.

PASO 8
El paso 8 es encontrar el punto de cruce o momento en el cual los ingresos de tus inversiones pueden cubrir tus gastos. Una vez que hayas cambiado tus prioridades y tus gastos son menores que tus ingresos, debes empezar a invertir ese dinero para maximizar el ingreso de tus inversiones y continuar viviendo frugalmente. Una vez que has llegado al punto dónde los ingresos de tus inversiones cubren tus gastos, tu eres libre para hacer lo que quieres con tu vida. Es el  punto en el  que has alcanzado tu “libertad financiera”. Este es el punto al que todo el mundo le gustaría llegar, para poder hacer en la vida sólo aquello que realmente le hacer feliz. Es el punto en el realmente se puede elegir la vida que se quiere sin tener que atarse a un trabajo por un sueldo.

PASO 9
El paso final habla de inversiones y sugiere que llegue a ser un experto conocedor de las inversiones rentables a largo plazo y administre las finanzas a fin de obtener ingresos seguros, constantes, suficientes durante el resto de su vida. El libro aconseja los Bonos del Tesoro.
En este paso final  llegas al punto en el que tus inversiones continúan creciendo a pesar de pagar tus gastos. En este punto puedes empezar a derrochar pero con mucho cuidado. El libro te anima a dividir tu dinero en 3 partes:
  1. El capital: el núcleo rentable de su independencia financiera
  2. El colchón: suficiente dinero en efectivo o que genera intereses bancarios para cubrir seis o 12 meses de gastos. Este debe ser siempre fijo, y habría que reponerlo con lo que se gana en inversiones en el mismo momento en el que lo gastas.
  3. La reserva secreta:  esto es lo que sobra de lo obtenido de las inversiones. Lo que sobra es lo que puedes gastar en tus sueños.: crear una organización sin ánimo de lucro, crear tu propio negocio, darlo a la caridad, o reinvirtiendo en  sueños aún más grandes.


Justo al inicio del libro, los autores, tienen una lista de preguntas que hacerte:
  • ¿Tienes suficiente dinero?
  • ¿Estás gastando suficiente tiempo con tus amigos y familia?
  • ¿ Vienes a casa de trabajar, lleno de vida?
  • ¿Tienes tiempo de participar en cosas que crees que merecen la pena?
  • ¿Si fueras despedido del trabajo, lo verías como una oportunidad?
  • ¿Estás satisfecho con la contribución que haces al mundo?
  • ¿Estás en paz con el dinero?
  • ¿Refleja tu trabajo tus valores?
  • ¿Tienes suficientes ahorros para pagar tus gastos en los próximos 6 meses?
  • ¿Es tu vida completa? ¿Están todas las piezas: tu trabajo, tus gastos, tus relaciones, tus valores encajan juntas?


Si al contestar a las preguntas oyes muchos “noes” en tu  interior, compra el libro.
En vez de ser una guía sobre lo que puedes hacer con el dinero o no hacer , este libro sin embargo se enfoca en lo que puedes hacer con tu dinero para hacer que tu vida tenga más sentido y lo hace bastante bien.
Es un libro con mucho nivel de detalle que te hará pensar en más de una ocasión. Es más, yo lo consideraría como un libro guía, que conviene releer de vez en cuando.


lunes, 20 de julio de 2015

El dinero es mi amigo

Hace algo más de un mes planteé el reto "El dinero es mi amigo". Mi objetivo a largo plazo es tener una relación sana con el dinero y eso incluye despojarme de ideas o creencias erróneas adquiridas a lo largo de los años que pueden entorpecer consciente o inconscientemente la entrada de dinero en mi vida. Este reto es un pasito más para mejorar esa relación.

Cumplimiento del reto

El reto consistía en prestar atención a todo lo que escuchara, leyera o pensara sobre el dinero y la gente rica para identificar prejuicios y falsas creencias. Cada vez que detectara alguno de ellos, a modo de antídoto, tenía que decirme a mí mismo "¡El dinero es mi amigo!
Puedo decir que he cumplido el reto ya que he permanecido siempre alerta a cualquier afirmación que se dijera a mi alrededor sobre el dinero y la gente rica o que yo mismo pensara. Creo que será difícil "desacostumbrarme" y dejar de prestar atención a este tema. Cuando terminó el reto "Un mes sin yo" que planteaba Elisa Erbali en su blog "No quiero otro pijama" me pasó algo parecido; había que tomar conciencia del lenguaje que empleamos e intentar no usar la palabra "yo". Al terminar el reto, seguía con la antena puesta, no lo podía evitar.

Entorno próximo

He observado que en mi entorno más cercano de amigos y compañeros de trabajo - y creo que se puede hacer extensible a buena parte de la sociedad - hay un resentimiento generalizado hacia los políticos, los banqueros y el dinero que manejan. La idea preponderante es que tanto los unos como los otros ejercen su profesión sin escrúpulos con el único fin de conseguir dinero, y que se confabulan unos con otros para robarnos a los ciudadanos. Son innumerables las frases que he escuchado en este sentido: todos políticos/banqueros son unos ladrones, todos los políticos están comprados por los banqueros, a los políticos/banqueros no les importa la gente solo el dinero, los políticos/banqueros se han hecho ricos a costa de hundir al pueblo y un largo etcétera.

Me indigna como al que más cualquier caso de corrupción, pero creo sinceramente que no se puede generalizar. Hay que castigar con ejemplaridad a los que roban, máxime cuando se trata de dinero público. Pero no se puede tildar de nada a un colectivo porque haya unas cuantas manzanas podridas. No creo que el porcentaje de ladrones entre políticos y banqueros sea distinto del que hay en cualquier otra profesión.

Otro tema recurrente es la lotería. Para mucha gente parece que la única manera de hacerse rico, o de conseguir una buena suma de dinero y, por tanto, solucionar todos sus problemas y dejar atrás su miserable vida es ganar el cuponazo, la primitiva o la bonoloto. He leído y escuchado frases para aburrir: si me tocara la lotería me compraría tal o cual coche o tal o cual moto, si me tocara la lotería me compraría un apartamento, si me tocara la lotería arreglaría la casa, si me tocara el euromillón (o como se llame) iba a trabajar Rita La Cantaora... Aunque en principio no parecen frases negativas, sí lo son en el fondo ya que dan por sentado que la manera de alcanzar una situación económica favorable que permita llevar una vida cómoda y hacer lo que queremos es algo tan fortuito como ganar en un juego de azar.
No creo en la suerte, todos podemos alcanzar la meta que nos propongamos en la vida, solo hace falta esforzarse y no tirar nunca la toalla. Hacer dinero no es cuestión de azar; en un país democrático y con una economía de mercado cualquiera tiene las oportunidades para crear riqueza, querer es poder.

Pensamientos propios

Me he dado cuenta que me quejo mucho sobre el precio de las cosas. Me he sorprendido a mí mismo con frases como... "Portugal es muy caro, pensaba que sería más barato que España", "el gasoil está muy caro", "el carrito de la compra sale muy caro",  "publicar un libro es muy caro" y muchas más.

Curiosamente no me quejo sobre el precio de la ropa y el calzado. Compro poca ropa, de buena calidad y que, en principio, puede suponer un desembolso importante; pero que después me pongo con mucha frecuencia y queda más que amortizada.
 
Quizás la solución a mis prejuicios sobre lo caras que están ciertas cosas sea asumir mayor control sobre ellas, igual que hago con la ropa, tomar decisiones conscientes y muy meditadas, y pensar a largo plazo.

miércoles, 15 de julio de 2015

Cuentos para luchar


En mi vida no le he prestado mucha atención nunca a los cuentos. Irracionalmente los he relacionado con la infancia  y una parte de mi creía que lo que pueden enseñarme está como un nivel por debajo y como son cortos y simples, sus lecciones son igualmente cortas y simples.
Estaba totalmente equivocada.

Estas semanas he recibido dos cuentos inspiradores. Los dos muy seguidos y que venían ideales para las circunstancias presentes en mi vida esos días. No son míos así que no estoy innovando pero son demasiado buenos e importantes para simplemente guardármelos para mi así que quiero publicarlos. Me han ayudado, espero que te ayuden a ti también.

Las ranas y el pozo.

Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente, dos de ellas cayeron en un pozo profundo.

Las demás se reunieron alrededor del agujero y cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las que cayeron que no había remedio y que se dieran por muertas.

Obviamente ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas y luchando por su supervivencia. Mientras, las otras seguían diciéndoles una y otra vez  que esos esfuerzos serían absolutamente inútiles.

Finalmente, una de las ranas hizo caso, se dio por vencida y murió. La otra siguió saltando con tanto esfuerzo como le era posible.

La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, hasta que finalmente, logró salir.
Su reacción siguiente, fue abrazar a aquellas ranas que se encontraban arriba y les dio las gracias por “animarla”.

La rana que se salvó, era sorda y todo el tiempo pensó que había recibido un gran apoyo.

Esto demuestra el gran poder que tienen las palabras. Una voz de aliento es bastante motivante e inspiradora para ayudarnos a salir de problemas. Pero también es importante desarrollar cierta “sordera” hacia las personas que se empeñan en decirte que no puedes lograr las cosas.


La historia de la vaca

Un maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué muchas personas viven atadas a la mediocridad y qué sucede cuando nos liberamos de las ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.

Para impartir su lección, había decidido visitar los lugares más pobres y desolados de la provincia y encontrar la más humilde de todas las viviendas.

La elegida casucha parecía a punto de derrumbarse. El improvisado techo dejaba filtrar el agua y había desperdicios por todas partes. Sin embargo, allí vivían ocho personas y en medio de este estado de escasez, contaban con una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca. Flacucha y con escasa leche pero que producía el poco alimento de algún valor nutricional para ellos.  Era lo único que los separaba de la miseria total.

Allí pasaron la noche el maestro y su novato y al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, se dispusieron a continuar su camino. Antes de emprender la marcha, el maestro le dijo a su discípulo:“Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender”.

Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga y degolló a la vaca ante los ojos del joven.

– Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta? ¡Has dejado a esta familia en la ruina total!

Haciendo caso omiso a los interrogantes, el anciano se dispuso a continuar la marcha mientras el joven era confrontado por la nefasta idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.

Un año más tarde, decidieron regresar. Pero en su lugar, encontraron una casa grande y bonita.  Primeramente el joven pensó que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte, que aquella familia había tenido que abandonar el lugar y ahora, otra con mayores posesiones había construido una mejor vivienda.

Cual sería su sorpresa cuando del interior salió el mismo hombre que un año atrás.
– ¿Cómo es posible? Preguntó el joven.

– Hace un año fuimos testigos de la profunda pobreza en que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?

Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca, el hombre relató como el mismo día de su partida algún maleante envidioso había degollado salvajemente al animal.

El hombre explicó como su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Sin embargo, poco después decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar legumbres con las que alimentarnos.

Después, comenzamos a vender algunos vegetales que sobraban. Con este dinero compramos más semillas y comenzamos a vender ya en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.

El maestro, que había permanecido en silencio, llamó al joven y le preguntó:
– ¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy como se encuentra?
– Seguramente no, respondió el joven.

– ¿Ves? Su vaca, a parte de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria. Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, debieron tomar la decisión de buscar algo más.

La misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando verdaderamente sí estaban en ella.
Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, mas no lo suficiente como para querer cambiarla.



Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades y no te trae satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo. No obstante, cuando tienes un trabajo del cual no te gusta y no te hace feliz pero suple tus necesidades básicas y te ofrece cierta comodidad, es fácil conformarte con lo que tienes.

Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir.

miércoles, 1 de julio de 2015

Experiencias de principiante



Estoy empezando con mis experiencias minimalistas y quiero contaros algo, tengo un vestido desde hace bastantes años, no lo he descartado porque me gustaba mucho, iba muy cómoda y me sentía bien con él, hoy me lo he puesto con toda la ilusión del mundo, paro al andar por la calle me he iba mirando en los cristales de los escaparates y cada vez me veía más horrorosa, me sentía que no me favorecía nada y que además se había quedado muy antiguo. Cuando he llegado a casa, me lo he quitado y he pensado….. Este no te lo pones más y ha ido directamente al saco que tengo para regalar. Debo decir que me he quitado un peso de encima. Seguramente mañana me pasara lo mismo con otro y al final acabare quedándome solo con lo que realmente me gusta y me queda bien.


También intento coger hábitos y leer mucho, aun estoy empezando pero como tengo mucha paciencia, pero soy muy constante, algún día llegare donde han llegado otras personas aunque tarde mucho mas tiempo.


Merca.

jueves, 25 de junio de 2015

Libretas y cuadernos


   Me obsesionan las libretas y los cuadernos. Al fin y al cabo, un cuaderno en blanco es algo tan puro, inmaculado, abierto a tantas posibilidades… un cuaderno en blanco evoca sueños de creatividad, uno se pone a pensar en todos los bocetos que hará en él, en las vivencias que anotará, las recetas que atesorará, sientes el placer infantil de tener un cuaderno nuevo y empiezas a pensar en diarios románticos donde con pluma y letra fantástica se cuentan historias, leyendas y viajes con sus mapas…en como ese precioso cuaderno será la envidia de…de…de…

   Si, cuadernos maravillosos, pero que al menos en mi caso, han permanecido en los estantes tal y como llegaron el primer día: vírgenes e inmaculados. Son demasiado perfectos, me da miedo estropearlos con algo indigno. Ese cuaderno es demasiado bueno para apuntar el teléfono del dentista o llevarlo a un curso (mejor compro otra libreta), ese cuaderno ha sido diseñado para algo grande… cuando ocurra… Y da igual, cuando ocurra seguramente seré demasiado perezosa como para plasmarlo en el cuaderno. De este modo, cuando me he puesto a reducir mis posesiones, he contabilizado con consternación mas de 40 libretas sin usar. De todo tipo, papel reciclado, papel normal, con flores incrustadas, de varios grosores, de varios tamaños, de oficinista, escolares, de contabilidad, mini-libretitas monísimas, de hojas perforadas,…

   Y sin embargo, contare una anécdota. El viaje mas importante que he realizado en mi vida fue a Japón, era el viaje con el que siempre había soñado y quería atesorarlo al máximo. Semejante viaje se debería merecer el más fino cuaderno, unos de esos cuadernos virginales de pastas doradas con filigranas y… me lleve una humilde libreta escolar que acabó llena de pegatinas, sellos, garabatos, dibujos… pintarrajeada de arriba abajo, con restos de caramelo y gotas de aceite. Los bordes de las tapas están doblados y tiene muchas paginas sin escribir, y otras llenas de incongruencias. Mi libreta no era una de esas virginales princesitas perfectas que me daba miedo estrenar, era una libreta sencilla que actualmente tiene mayor valor para mi que la mejor de las Moleskine que acumulé sin sentido. Lo importante no era el cuaderno, si no que había realizado libremente un sueño (ir a Japón). Así llego el despertar: no entrara otra libreta en casa si hay una sin usar.

  • Una libreta siempre conmigo: Es “la libreta”, siempre va en el bolso, y ahí apunto mis ideas cuando estoy lejos de mi ordenador, garabateo cuando me apetece, apunto direcciones, teléfonos, canciones que escucho, tareas, listas, recordatorios, esquemas de futuros posts. Es mi “inbox” de viaje, y por mas que lo he intentado no ha podido ser sustituido por el teléfono. Suele ser una libreta pequeña, con goma, y en el canto apunto la fecha de estreno.
  • Digitalización: Las recetas de cocina se van al Evernote (todas las hojas sueltas y cuadernos con recetas han sido apuntadas y eliminadas, ahora las nuevas recetas van directamente allí), al igual el seguimiento de los proyectos, los apuntes, los resúmenes de libros, y demás los gestiono en el ordenador. Ese cuaderno tan mono que empecé para apuntar las claves de un curso también fuera. Digitalizo lo máximo posible.
  • Alternativas mas ecológicas: La mayoría de listas de tareas las gestiono con el ordenador, pero aun me gusta la sencillez que da un lápiz y un folio para ciertos ejercicios : Si vas a hacer un mapa mental para tu proyecto, puedes hacerlo en dos folios grapados que puedes archivar con facilidad, para hacer la lista de la compra vale cualquier papel. Si vas a realizar unos bocetos, puedes hacerlo en la cara trasera de cualquier folio usado,
La idea clave que quiero compartir con esta reflexión es que en mi caso, los cuadernos bonitos no eran mas que creadores de ilusiones, eran cosas bonitas que acumulaba para “cuando llegara la ocasión” y su presencia representaba un vacío, no había nada suficientemente digno para emplearlos, solo representaban insatisfacción personal y una falta absoluta de control. Con una mezcla de pena y alivio, las he ido regalando  (las libretas y los cuadernos siempre son bien recibidos). Y por seguro, a mi próximo viaje me llevare la primera libreta usada que me encuentre.

miércoles, 24 de junio de 2015

Deudas y ahorro




Cuando las personas me dicen que no pueden ahorrar, yo les contesto que entonces no se pueden endeudar.

“Pues me endeudo porque no puedo ahorrar,” me contestan hasta desesperados porque parece que no entiendo sus problemas.
Pero es exactamente lo contrario: no ahorran, porque ¡se endeudan!
¿No me creen? Les cuento la historia de Julia.

La diferencia de gastar con dinero prestado y con dinero propio

Julia es una joven de 31 años que trabaja en una oficina y tiene dos periodos de vacaciones al año. Esta vez, quiere salir en Semana Santa a Playa del Carmen en Quintana Roo. Pero estamos en febrero y no ha ahorrado un solo peso para su viaje, pese a que decidió la fecha y el lugar desde octubre de 2014.

Julia está tranquila, porque en su tarjeta de crédito bancaria le acaban de subir el límite de crédito entonces, hará el viaje con ese dinero prestado y luego lo pagará.

Aplicando el “gaste y disfrute ahora, pague después, a ver cómo”.
Vamos a adivinar el futuro:

Julia se gastó 8,000€ en sus vacaciones. Las pagará en 12 meses (con intereses) porque sigue sin tener el total de los $8,000 para liquidar la deuda.
Su tarjeta de crédito tiene un 35% de interés anual.
Esto significa que Julia pagará 799.70 € al mes durante un año por su viaje.
Ahora, si sumamos 799.70 € X 12 meses, nos da 9,596.4 € ¿Están pensando lo mismo que yo? ¡Exacto! Julia pagó 1,596.  € 4 extras por NADA. Bueno, sí, por no haber ahorrado. Hasta parece castigo.

Ahora, adivinemos un futuro paralelo en donde Julia decide ahorrar para sus vacaciones porque no le gusta deber a las tarjetas.

Calcula que su viaje le costará unos 7,000. € Entonces, desde octubre que decidió a donde y cuando saldrá,  empezó a ahorrar y calculó que mensualmente debía juntar 1,166 €.
Para lograrlo, hizo lo siguiente: cortó el cafecito caro a solo 1 día a la semana, dejó de usar ropa de tintorería, no compró ropa en esos meses, llevó comida a la oficina 3 veces a la semana y vendió panqués en la escuela de su sobrino los sábados.

Julia alcanzó a reunir 6,000. € No lo suficiente según lo que había calculado, pero mucho más de la mitad de lo que le costará el viaje.
Al terminar la  Semana Santa y resultó que se gastó incluso un poco más: 8,000.€.

No importa, puso los 2,000 € extras en la tarjeta, pero como ya se acostumbró a ahorrar un promedio de 1,000 € al mes, en dos meses los liquidará y solo pagará de intereses aproximadamente 90.€.

El mismo esfuerzo

Lo que quiero que quede grabado por siempre en tu cabeza es que ahorrar y dar pagos a una tarjeta o préstamo implica EXACTAMENTE el mismo esfuerzo.

Cierto que Julia tuvo que ahorrar casi el doble (1,166 € ahorrados contra los 800 € en pagos a tarjeta), pero eso fue porque planeó el viaje con 6 meses de anticipación. Si hubiera sido 12 meses igual que los pagos de la tarjeta, el esfuerzo para llegar a la meta es exactamente el mismo: 800 € al mes.
Incluso menos porque con 800 € al mes, durante un año se obtienen ahorrados 1,600 € extra.

Si se supone que pedimos dinero prestado porque “no tenemos dinero” ¿cómo es que andamos regalando 1,600 € al que nos presta?

Hazlo al revés y nunca te faltará

¿Quieres saber qué se siente no estar endeudado? ¿Cómo es la vida sin eternos pagos mensuales a quien sabe quién con intereses?
Prueba hacerlo al revés: ahorra ahora y disfruta después.
Lo único que necesitas para ahorrar ahora y disfrutar después son 3 cosas:
  • Planeación. Acostúmbrate a planear tus compras y gastos fuertes. Puedes ser espontáneo con cosas más pequeñas.
  • Un buen lugar donde guardar tu dinero
  • Un sistema de automatización que haga el ahorro mensual fácil, indoloro y constante.
Y claro, el convencimiento que la mejor manera de adquirir cosas es ahorrando primero y comprando después. Aquí están los números y ellos nunca mienten.
¿Qué más falta para que te convenzas?